CONSEJILLOS Y TRUCOS

lunes

COMIDA DE HOSPITAL

Programas televisivos, canales temáticos, novedades editoriales, continuos suplementos en periódicos, asociaciones, gastrónomos, gourmets, gourmands, congresos, festivales, webs, blogs, reblogs, concursos, especialistas mediáticos, proyección internacional, fundaciones, calificaciones polémicas......vamos que últimamente se habla mucho y por todas partes de cocina, de comida y de cocineros. Todo apunta al creciente interés de convertir a nuestro país en una gran potencia gastronómica.
Pero yo me pregunto, pregunto, os pregunto ¿coquus sapiens-sapiens, críticos de gastronomía, bloggers, restauradores, curiosos y lectores de este blog ...como es posible que a pesar de eso se siga comiendo tan mal en los hospitales de este país? ¿Como vamos a ser una potencia gastronómica si dejamos que “coman” así los que necesitan más cuidados? ¿podemos pretender que nuestros enfermos se curen con semejante bazofia?...si es que te rompes una pierna y sales de ahí hipotensa, desnutrida y anémica…
¿Nadie ha pensado en hacer algo al respecto? Si alguno de los “mediáticos” se ha empeñado en dar de comer decentemente en los aviones…podrían otros hacer algo en los hospitales…

Ya esferizamos, texturizamos, espumamos...¿podeís ahora hacer algo para evitar que el clásico pollo de hospital sepa un poco a pollo, que las judías no sean grises, y la sopa sea aguachirri?
En fin…espero estar sana mucho tiempo...que yo de verlo me pongo mala…

PIZZERIA-TALLER DE FABIÁN MARTÍN


Tiquismiqueo en Llívia. Víctima inocente de la Contra de La Vanguardia y el País semanal y haciendo caso omiso a algunos posts y comentarios me empeñé en visitar la la Pizzería-taller de Fabián Martín .
Fabián es el pizzero de moda, pasó de ser peso Walter en boxeo a peso pesado en el mundo de las pizzas y desde 2003 viene coleccionando año tras año premios internacionales, de acrobacia en pizza, de calidad…y colabora con los Adrià en algunos proyectos. Es considerado por muchos el mejor pizzero del mundo.
Había leído alguna cosa suya y me gusto cuando leí su frase “lo difícil es hacer algo fácil” y me causó interés el tratado que hacía sobre la importancia de la fricción en la elaboración de las pizzas… realmente tenía cierta curiosidad por verlo trabajar en su taller de Llívia antes de su famoso y mediático traslado a Barcelona.

Primera sorpresa, local sencillo, manteles de hule (pelín pegajosos) ultra coloridos, con dibujos de de pin-up’s en bikini y salpicados con algunas palabras en italiano, servilletas de papel y vasos bajos y gruesos duralex…y platos dúralex ámbar en las mesas que ya estaban comiendo!!!!
Un servicio torpón nos dejó sobre la mesa unas cartas enfundadas en dossiers de plástico cochambrosas.
Una carta con 10 propuestas de ensaladas y entrantes y 13 pizzas…a primera vista, las más caras del mundo…todas a más de 30 leiros!
Una carta de vinos bastante extensa llena de advertencias,(que resumidas venían a decir: cuidadín que si pides un vino caro te lo bebes aunque esté malo que nuestra bodega es muy buena y no puede estar malo jamás de los jamases!), una carta sorpendente en relación al aspecto que ofrecía el local, ningún vino italiano, por lo del "matrimonio geográfico" más que nada, y unos precios exagerados.
El temor a que nos pudiesen servir (si nos lo hubiésemos podido permitir!) un Romanée Conti en el Duralex nos hizo optar por la cerveza mucho más acorde con el aspecto del local…. Segunda sorpresa: cervezas de lata sobre la mesa. Ole y ole!
Pedimos, llegó la comida, sí claro, estaba bueno, faltaría, productos de buena calidad (qué menos!) pero ni el aspecto ni el sabor me maravillaron. A las pizzas que es lo que interesa: Una Pizza Taller (Campeona de Europa 2002): Salsa de tomate, jamón y queso, albahaca, rúcula, parmesano reggiano, mozzarella de búfala, aceite de oliva virgen y reducción de vinagre de módena y una Mi preferida: Salsa de nueces, cebolla confitada y beicon ahumado; con albahaca, rúcula, parmesano reggiano, mozzarella de búfala, aceite de oliva virgen y reducción de vinagre de módena. Buenas sí, muy buenas, de aspecto idéntico, pero para nada maravillosas…la base era buena, hasta cierto punto dulzona y con textura un poco hojaldrada, y los ingredientes de arriba correctos, noté en falta la salsa de nueces de Mi preferida, imperceptible si la había.
¿Y el tamaño?...Fabián, te pedí una pizza no un cd!!!, ¿qué es esto de la talla S en la pizza?…no quería un ovni pero un tamaño que no me deje un palmo alrededor del plato.

Si es que al fin y al cabo… …una pizza es una pizza! Se perfectamente que no todas son iguales, objetivamente las hay más buenas y menos buenas, pero repito una pizza es una pizza…no se discute aquí de un plato elaborado de alta cocina…la pizza no deja de ser una masa de base con mozzarella y tomate encima…y algo más, no lo olvidemos. Antes cuando decíamos: vamos a comer una pizza! se sobreentendía el concepto: Vamos a comer una cosa simple, rápida y barata!
Fabián Martín pretende demostrar todo lo contrario. Y…no le gusta la clásica margarita!!! …yo para decidir si en un lugar la pizza está buena o mala…me baso en la margarita…la clásica margarita, será tradicional pero para mí es la más armónica en sus sabores. Ahora por lo visto lo suyo es dar rienda suelta a la imaginación del pizzero, desahogar su fantasía y echarle encima cualquier cosa…reinventar la pizza…conseguir una masa decente y… descargar encima lo que le parece aquel día y es tu problema si está de mala leche…, y sobre todo lo más importante es encontrar a un grupo de clientes a los que les encanta el cutre-lux, poder hacerse los humildes, bebiendo un Pingus en Dúralex, y mascar una pizza con láminas de oro y limpiarse los kilates de las comisuras con servilletas de papel que sueltan pelusilla.

Me quedaba la esperanza después de las decepciones de ver al pizzero-cult hacer alguna acrobacia, más que nada para comer con los ojos, pero Fabián Martín se pasó toda la noche dando tumbos por la sala, sin las manos en la masa, paseaba por el local y se acercaba sólo a las mesas-vip, para hablar con los padres-vip de esos con niños maleducados-vip que mientras malcomen una pizza de 50 euros son cuidados por una niñera situada en el extremo opuesto de la mesa asqueada ante un plato de rúcula… mientras los señores departen con el pizzero de moda...a mi ese rollito no me gusta nada.
LO QUE ME GUSTÓ
Me gustó darme cuenta de lo que ofrece Fabián Martín y me genera curiosidad saber si mantendrá la misma fórmula en su local de Barcelona...
LO QUE NO ME GUSTÓ
¿No ha quedado claro?

viernes

QUERIDOS REYES MAGOS


Queridos Reyes Magos nunca os pido nada, y este año he sido bastante buena (bueno regulín, regulán, pero básicamente buena) por eso me gustaría pediros algunas cositas para este blog.
Me encantaría que cambiaseis algunos datos de la FAO y que el infinitivo de su divisa sea en breve un pretérito perfecto compuesto y así no tener remordimientos cuando pago cuentas increíbles por comer….en fin creo que eso se lo debería pedir a otros magos y mandamases…
Puesta a pedir quiero adjetivos, muchos adjetivos. Necesito adjetivos para el vino. Admiro a los que a un trago te sueltan: sedoso, seductor, interesante, elegante, complejo, intrigante…sglurluc...otro sorbo...y siguen, opulento, estructurado…como si se estuviesen bebiendo el Maria Moliner...yo cuando bebo un vino se me borran los adjetivos, Majestades, solo sustantivos…así que me quedo sólo con el gusto final, la persistencia…y ahí me sobra imaginación…pero me siguen faltando adjetivos…y si decir madera me suena simple y encima el caldo es de poca calidad suelto…parket…y claro…
Me gustaría que me dejaseis cerca de casa unos cuantos restaurantes por descubrir, de esos que me hacen flipar, y a ser posible a precios razonables.
Quisiera que sea mucho más dificil encontrar tiendas donde vendan las bolsitas de guisantes con wasabi, quiero dejar de ser la princesa del guisante con wasabi, necesito desengancharme (un poco solo) de ese vicio (ahora acabo de confesar una adicción imperdonable que me hará perder la poca credibilidad que tengo entre los lectores del blog, prometo post explicativo).
Aprovechando que estos días os dais una vueltita por los hospitales, a veces acompañados de futbolistas (que solidarios ellos!), os recomiendo que probéis la comida de los enfermos y veáis que podéis hacer (futuro post).
Como no tengo chimenea colgaré los calcetines en el radiador de la cocina, el grande y largo de lana gruesa es para el oro, que aunque lo llenéis mucho no se destroza, el calcetín media para el incienso así los bastoncillos perfumados quedan derechos y el pinki para la mirra, es pequeñito pero suficiente.
Siempre me ha sonado a medicamento la mirra...tu verás Baltasar si no te alcanza con el pinki me dejas el resto por el suelo.
Y puesta a pedir yo este año también quiero que todos sean más buenos y yo más buenorra...y por favor dejarme seguir siendo una tiquismiquis...
A ver lo que podeís hacer...yo mientras me como el roscón...